LA COMIDA Y LAS EMOCIONES
LA COMIDA Y LAS EMOCIONES
¿Te has dado cuenta de que
existe una estrecha relación entre tus emociones y la forma como te alimentas? Gran
parte de los acontecimientos más importantes en nuestra vida se relacionan con
la comida y así también asociamos a la comida situaciones de estrés, de
desconcierto, tristeza o angustia:
-“Si estoy estresado me da
mucha hambre”
-“Si estoy triste no quiero comer”
Pero estos hábitos son aprendidos; es común que los padres consuelen a sus hijos con comida para que
dejen de llorar, pero este comportamiento, aunque resulta efectivo en el
momento, puede convertirse en un hábito vinculado con el aumento de peso y los
trastornos de la alimentación.
La literatura señala que las emociones negativas que aumentan la probabilidad de la ingesta de alimentos son: ira, apatía, frustración, estrés, miedo, pena, ansiedad, inquietud, soledad y aburrimiento, afectando las respuestas alimentarias y señalan además, que la ira es una emoción que influye de manera importante en el comer por atracones.
El enfrentamiento de las
emociones negativas, a través de la comida, se realiza con alimentos que, se ha
evidenciado, actúan sobre el sistema de recompensa neurobiológico provocando
placer frente a la emoción negativa y que afectan la síntesis de
neurotransmisores, entre los que se destaca la serotonina. Aquellos alimentos
que provocan placer y satisfacción son aquellos altos en grasas, y azúcares; por tanto, se dice que el comedor
emocional consume alimentos del tipo reconfortante o food comfort para
el manejo de sus emociones negativas y que tal conducta, lo llevaría a una
sobrealimentación.
Parece claro que la forma en que
comemos habla de cada uno de nosotros y de la capacidad que tenemos para adquirir hábitos favorecedores de salud y bienestar, de
nuestra capacidad para afrontar y resolver problemas, para tolerar el malestar,
manejar la impulsividad, la expresión de nuestras emociones, etc.
Y tú, ¿Puedes identificar la
relación entre tu alimentación y tus emociones? ¿Tus emociones son las que
dirigen cómo comes? ¿La comida es una preocupación u obsesión en tu vida?
¿Tienes miedo de que lleguen celebraciones por no poder parar de comer? ¿Estás
haciendo cábalas todo el día para ver qué comes? ¿Estás luchando para no comer
determinadas cosas? ¿Picas constantemente?…
Contesta a estas preguntas:
¿Te sientes inseguro/a o con
sensación de perder el control ante una comida que te gusta mucho?
¿Sueles tener dificultad para
parar de comer, o no eres capaz de dejar comida en el plato?
¿El tema de la comida es
recurrente en tus pensamientos?
¿Qué podemos hacer para corregirlo?
1. Tener información adecuada sobre alimentación y aprender a comer de forma saludable.
2. Reflexionar y poner en
cuestionamiento creencias y pensamientos erróneos que tenemos sobre la
alimentación: “comer pan engorda”; “si me salto alguna comida, adelgazaré”;
“la pasta o la legumbre engorda”; “si quiero estar delgada tengo que comer poco”.
3. En materia de alimentación consulta
información fiable o acude con un especialista en nutrición.
4. Adquiere hábitos saludables en
relación con la comida.
5. Reflexiona acerca de la
relación que has desarrollado entre tus emociones y la forma en que te alimentas.
6. Aprende a gestionar tus
emociones y la forma como afrontas los problemas. Consulta a un profesional de
la salud mental si crees que requieres apoyo.
Checa el siguiente video para consejos breves sobre cómo llevar una alimentación balanceada:
Fuente:
https://www.areahumana.es/comer-emocional/
https://www.clikisalud.net/la-comida-emocional-evitarla-los-ninos/
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182020000200286
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