Jefes complicados: estrategias para hacer un buen trabajo en equipo
¿Te ha tocado un ambiente laboral poco agradable?. Existen condiciones ideales en las que la convivencia laboral puede existir, con eso los resultados del trabajo son favorables, a pesar de las adversidades y conflictos que se pueden o pudieron presentar en cada situación, pero, lamentablemente, no siempre y no en todos los ambientes laborales, existen esas condiciones ideales. La convivencia humana dentro del trabajo, conlleva un sistema de reglas y comportamientos mínimos necesarios para satisfacer las necesidades de cada situación, además, de contar ya con sistemas previamente aprendidos sobre nuestra ética personal y profesional, pero, ¿Qué pasa cuando, dentro de la jerarquía necesaria, las cabezas convierten la experiencia en conflictos?, a través de este artículo, te brindamos recomendaciones de estrategias para mejorar la experiencia laboral y personal con jefes complicados y cómo detectarlos.
Principalmente debemos recordar que un jefe o cualquier persona a cargo de equipos, con responsabilidades altas, como todos, se ha formado a sí mismo a través de su historia, cuenta con experiencias previas de aprendizaje y es poseedor de sistemas de pensamiento, valores y comportamientos propios, y esto, junto con las experiencias y necesidades actuales, dirigen su actuar en el presente. Sabiendo lo anterior es momento de ayudarte a identificar a un líder no tan ideal.
Ahora que sabemos identificarlo, es importante poder hacer frente a la situación y dar soluciones. Cuando nuestros líderes, de acuerdo con su formación, historia y presente, son propicios a influenciar desde su posición al resto del sistema de maneras poco positivas, a través de mensajes distorsionados, la alternativa se convierte en entenderles y desarrollar estrategias de comunicación y negociación asertivas. El conferencista Emilio Pineda, nos propone un mecanismo de colaboración conjunta para ello:
1. Identificar la fuente del conflicto y sus detalles: Conocer en dónde está el malestar y qué lo causa, nos ayudará a identificar los puntos frágiles y los puntos fuertes de cada situación específica.
2. Planificar las formas de intervenir: Para ello necesitamos atender cada elemento del conflicto desde la apertura para escuchar activamente, acallar discursos internos poco o nada constructivos y reconocer la importancia que cada uno tiene para la resolución conjunta.
3. Negociar a través de la comunicación efectiva, lo cual quiere decir, expresarnos de manera:
-Clara
-Concisa
-Concreta
-Correcta
-Coherente
-Educada
-Creativa
Considerando lo anterior, nos recomienda de manera final, detectar cuando el miedo está presente ya que éste genera situaciones de manipulación y decisiones poco equitativas, más bien, propone apelar siempre a la esperanza de que el conflicto se resuelva, ya que esto nos impulsa a brindar opciones activa y positivamente. Esperamos te haya sido de ayuda nuestro artículo y lleves a cabo las estrategias para hacer un buen trabajo en equipo.
Escrito por:
Denis Valadez
Brenda Ramírez
Fuentes de consulta:
- Watzalawick, P., Helmick, J, Jackson, D. (1985). Teoría de la Comunicación Humana. Interacciones, Patologías y Paradojas. 4ª Edición. Barcelona: Editorial Harder. pp. 49 – 114.
- Lewin, Kurt, (1951) La Teoría del Campo en las Ciencias Sociales. España: Ediciones Paidós Ibérica. Traducción por Marta Laffite 1988
- Pineda, Emilio., Marzo 2020, Negociación y Manejo de Conflictos. Museo Memoria y Tolerancia. CDMX.
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